Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 15, 17-27

17 Han venido a nosotros, en calidad de amigos y aliados nuestros,
los embajadores de los judíos para renovar nuestra antigua amistad y
alianza, enviados por el sumo sacerdote Simón y por el pueblo de los
judíos,

18 y nos han traído un escudo de oro de mil minas.

19 Nos ha parecido bien, en consecuencia, escribir a los reyes y
países que no intenten causarles mal alguno, ni les ataquen a ellos ni a sus
ciudades ni a su país, y que no presten su apoyo a los que los ataquen.

20 Hemos decidido aceptar de ellos el escudo.

21 Si, pues, individuos perniciosos huyen de su país y se refugian en
el vuestro, entregadlos al sumo sacerdote Simón para que los castigue según
su ley.»

22 Cartas iguales fueron remitidas al rey Demetrio, a Atalo, a
Ariarates, a Arsaces

23 y a todos los países: a Sámpsamo, a los espartanos, a Delos, a
Mindos, a Sición, a Caria, a Samos, a Panfilia, a Licia, a
Halicarnaso, a
Rodas, a Fasélida, a Cos, a Side, a Arados, a Gortina, a Cnido, a Chipre y a
Cirene.

24 Redactaron además una copia de esta carta para el sumo sacerdote
Simón.

25 El rey Antíoco, pues, tenía puesto cerco a Dora en los arrabales,
lanzaba sin tregua sus tropas contra la ciudad y construía ingenios
de
guerra. Tenía bloqueado a Trifón y nadie podía entrar ni salir.

26 Simón le envió 2.000 hombres escogidos para ayudarle en la
lucha, además de plata, oro y abundante material.

27 Pero no quiso recibir el envío; antes bien rescindió cuanto había
convenido anteriormente con Simón y se mostró hostil con él.